29 de abril de 2017: llegó el día.
Si vienes de la entrada de ayer (ésta) sabes de qué va este rollo. Si no, simplemente te cuento que en este post voy a enseñar un libro de firmas que he hecho recientemente para la Primera Comunión de mi hijo.
Cuando el tiempo no corre a tu favor (o tú corres dándole la espalda, que no siempre va a ser culpa del tiempo), la vida pone en tu camino pequeñas lucecitas. Una de ellas fue el descubrimiento de la ilustradora que tiene un blog llamado Mamá Josefa. No la descubrí yo, lo hizo alguien «de casa», y allá que me lancé empezando mi correo electrónico con un «hola, voy justilla de tiempo pero…»
El caso es que los «peros» se convirtieron en posibilidades y facilidades… y el resultado fue éste:

Aquí tenemos a Álvaro, con su traje de Primera Comunión, su flor nacional de Malasia (el hibisco), su pelo motoso y su sonrisa risueña.
La portada del libro de firmas iba a ser otra pero al final… se impuso la ilustración de Verónica (la creadora de Mamá Josefa), y todo empezó así:

Una vez más, como en la anterior ocasión que hice libro de firmas de Comunión (aquí), he recurrido a las colecciones de Dayka como base (con toques de otras marcas). Este tipo de papeles me dan seguridad en un formato y un estilo en el que no me siento suelta del todo.
La imagen principal es la ilustración de Verónica, el álbum es tamaño folio y la encuadernación está hecha con encuadernadora Cinch. La parte izquierda de la portada y toda la contraportada están forradas en tela, y el resto… allá va:











Me gustan que los libros de firmas sean más que eso (dijo ella, cuando solo había hecho tres en su vida scrapera: dos de Comunión y uno de aniversario sacerdotal). Quiero que mi hijo guarde recuerdo de lo bueno y bonito que su familia quiso escribir para él, pero que también haga reflexión de lo que significó ese día, lo que sintió, lo que recibió y quiénes le acompañaron.
Los familiares hicieron su parte, con cariño expresado en diferentes idiomas. Ahora toca que Álvaro termine de rellenar las páginas de su libro. Fue su día, fue su momento, fue su gozo,… también es su responsabilidad (y la mía recordárselo antes de que el tiempo difumine las emociones y las vivencias).
Y mañana, última entrega de esta trilogía… permanezcan atentos a sus pantallas. Y sobre todo… muchas gracias por su atención.

…
This is the signing book I made for my son’s First Holy Communion. He liked it, our family enjoyed the fact of writing on it, so… mission accomplished!