Calor, color. Mi verano.
Convalecencias, relax, estrés y calma. Mi verano.
Y la sonrisa al ver flores de las que se quedan. Mi verano también.
Sigue leyendoCalor, color. Mi verano.
Convalecencias, relax, estrés y calma. Mi verano.
Y la sonrisa al ver flores de las que se quedan. Mi verano también.
Sigue leyendoJunio es un mes que siempre me ha venido grande, junio se me hace bola. Los días se alargan sin reparos y yo me encuentro de sopetón sin energía para tanta hora. La alergia da sus coletazos finales y el calor sofocante de por aquí me pilla mirando para otro lado y me gana por goleada.
Con ese plan, solo me salen cosas así, sin forma ni concierto:
Sigue leyendoMás de una vez he hablado por aquí del valor de lo simple.
Y si nos paramos a pensar en lo simple que es coger un trozo de papel, escribir unas palabras, introducir ese papel en un sobre, añadir dirección, comprar un sello y depositar el conjunto final en un buzón, podría ser eso: simple.
Pero… no. Primero porque no lo hacemos. ¿Cuántos de vosotros recibís cartas en vuestro buzón? (Y no, no valen notificaciones de bancos ni publicidad, que a mí no me la coláis).
Mi hijo creo que no ha recibido una sola carta en su vida. Mi hija, tal vez dos. Qué pena.
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