Sin paños calientes: «mi mayor» cumple 14 años dentro de una semana justa, y yo me siento así:
A ver, que la culpa no es suya. Él todavía me da besos y abrazos, y me dice que me quiere. Pero ya no tiene que echar la cabeza hacia arriba para mirarme a los ojos… y eso… me hace sentir tan feliz como mayor. Y tan mayor como feliz.
Ay, casi catorce años ya. Y parece que fue ayer. (Frase de ancianita en toda regla, lo sé).
Los dos sois unos chavalines
Él más.