Hoy la niña más bonita del mundo me ha regalado una flor.
Es una flor sencilla. La ha cogido del campo y me la ha regalado. Así, tal cual. Es lo que tiene la niña más bonita del mundo, la naturalidad le sienta muy bien.
Mi respuesta ha sido en forma de tarjeta:

La tarjeta sigue un sketch, no tiene mucho volumen pero sí un toque “offset” muy pro. Ahí queda para quien lo entienda.
Pero, ante todo, es la historia de una flor, y de la niña más bonita del mundo.
Es una niña muy bonita y por eso natural.
Lo demàs no lo entiendo y no me preocupa. Pertenezco al grupo de seguidores analfabetos digitales.
No sé si sentirlo.