Ella sabía que el otoño se levantaría el día menos pensado y traería consigo viento, té caliente y las ganas de encender una vela en casa.
Los días encongerían al tiempo que salir a pisar las hojas se convertiría en juego de niños que se niegan a hacerse grandes.
Se sentó a esperar, solo era cuestión de tiempo.
Nota a pie de página: aunque las letras y el bordado son míos, el lettering de lujo es de Portulaca. No os la perdáis.
Menuda parejs
Es tan fácil hacer buena pareja con Laura, ya la conoces.
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