A veces las cosas son sencillas: coges un marco kraft, lo decoras con papeles bonitos… y voilà.
No hay más. Bueno, sí: apostar por tiendas bonitas que aparte de hacer y proponer maravillas en lettering y tener unos libros ilustrados de fábula, incorporan a su catálogo este tipo de materiales a los que se le puede sacar tanto partido en un plis.

