A él siempre le ha hecho gracia este sello, así que qué le toca a mamá… Pues claro, hacerle una tarjeta con ese sello:

El preadolescente de mi hogar es tan responsable como distraído, tan cariñoso como olvidadizo, y sufre tanto como disfruta. Se merece muchas alabanzas y algunos tirones de orejas. De todo ello recibe.
Así que yo, que ando en estos asuntos de lidiar con un preadolescente (o con dos, que la niña me ha salido adelantada), me muevo con él entre la mirada severa y el abrazo cercano, entre el «por favor, tienes que estar pendiente de tus cosas» y el «no pasa nada, la próxima vez saldrá mejor». Entre el «es tu responsabilidad, asume las consecuencias» y el «ven, yo te ayudo».
Y bueno, hoy ha tocado echarle humor, y darle un empujoncito.

Materiales: sello «Oddball Llama» de Stamping Bella, papel rasgado, tinta Distress, troquel «Texture Woven» de Kaisercraft, transferibles de estrella y enamel dots.

El preadolescente de mi hogar deambula entre querer seguir siendo niño y hacerse mayor. Lo que para él no es un problema se convierte en problema de pronto, y al revés. Pero hoy… hoy le voy a dar un abrazo. Y le voy a decir que todo va a ir bien. Ya mañana le doy tirón de orejas.
Encantadora la tarjeta y simplemente maravillosa la reflexión. De madraza que sabe que los hijos son personas
Bueno, a veces son un poco animalitos… pero como hoy he quedado ya bien con esta tarjeta, no voy a estropearlo.
Me encanta esta entrada… ya jugabas con ventaja, porque a mi pensar en tu preadolescente siempre me hace sonreír.
Besitos para los dos!
Ah, a mi también me hace mucha gracia este sello, jeje!
El que juega con ventaja contigo es mi preadolescente. Desde que nació.