Sin palabras. No sin ideas, ni sin recursos, ni sin argumentos, ni embargada por la emoción, nada de eso. SIN PALABRAS li-te-ral-men-te, es decir, afónica, con voz de ultratumba, casi sin voz.
Así estaba ayer una compañera de trabajo, y así creo que sigue hoy. Por eso, he decidido echarle un cable y darle palabras, frases útiles que le ayuden a comunicarse con el mundo exterior y a superar el día en el trabajo con algo más de soltura que ayer. Ha sido complicado elegir solo seis, me he tenido que poner en su lugar y analizar las situaciones a las que se puede enfrentar una persona sin voz a la que todos le hablan como si tuviera:
Un kit fantástico!
Seguro que le encantó!
Pasamos un día muy divertido en el trabajo, la verdad. La pena, que al día siguiente ya había recuperado la voz… me cachis! Gracias por tu comentario.
La pena no, jajaja, la suerte, que como te lea te va a regañar 😉